La desaceleración del PCE fortalece las expectativas de un nuevo recorte de tasas fuerte por parte de la Reserva Federal
Este viernes se publicó el índice de gasto en consumo personal (PCE) de Estados Unidos, el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal. Los resultados mostraron un enfriamiento del ritmo de la inflación, sorprendiendo a los mercados y provocando especulaciones sobre la dirección de la política monetaria.
En términos mensuales, tanto el PCE general como el subyacente, que excluye alimentos y energía, aumentaron un 0,1% en agosto, por debajo del 0,2% esperado por los analistas y del dato registrado en julio.
Esta desaceleración también se evidenció en la tasa anual del PCE, que cayó al 2,2%, el nivel más bajo desde febrero de 2021, por debajo del 2,5% del mes anterior y del 2,3% esperado por el mercado. En cambio, la tasa subyacente anualizada se mantuvo estable en el 2,7%, en línea con las previsiones.
Estos datos llegan en un contexto en el que el gasto personal estadounidense creció solo un 0,2% en agosto, su ritmo más lento en siete meses.
Esto refleja una desaceleración del consumo, especialmente en bienes, cuyos precios cayeron un 0,2%, mientras que los servicios subieron un 0,2%.
La combinación de un gasto más suave y una inflación moderada ha alimentado las expectativas de que la Fed pueda implementar un recorte de tasas más agresivo en su reunión de noviembre.
Las probabilidades de un recorte de 50 puntos básicos aumentaron del 49,3% al 54,1% tras la publicación de estas cifras.
Este escenario también ha provocado cambios en el mercado de divisas.
El dólar estadounidense ha mostrado debilidad, acercándose nuevamente al nivel psicológico de 100 en el índice DXY.
La mayor volatilidad se ha registrado frente al yen japonés, que se ha fortalecido tras la elección de un nuevo primer ministro en Japón. El yen se apreció más de un 1% frente al dólar, tras haber alcanzado previamente niveles cercanos a 146,5, impulsado por las expectativas de que el nuevo liderazgo pudiera adoptar una postura económica más cautelosa.
En resumen, los datos de PCE y de gasto personal sugieren un enfriamiento de la inflación y el consumo, lo que aumenta la probabilidad de un ciclo de recortes de tasas más agresivo por parte de la Fed, mientras que el dólar estadounidense enfrenta presiones a la baja en los mercados de divisas.
Quasar Elizundia, estratega de investigación en Pepperstone